07 septiembre 2014

Te quiero porque me das de comer (David Llorente)

A ver cómo empiezo... Te quiero porque me das de comer es una novela que me daba mucha pereza desde que leí los comentarios en twitter de las personas que puedieron leerla antes de que saliese a la luz y sus reseñas posteriores. Me explico: todo eran comentarios sobre lo innovadora que era, sobre que no tenía puntos ni aparte, sobre que nunca habíamos leído nada igual. Y claro, yo pensé que todo vale si eres Cela,  Cortázar o Saramago, pero en novela negra no me convencía. Pero hace dos días necesitaba un autor cuyo apellido empezase con Ll para ir completando uno de los retos a los que me he apuntado este año y allí estaba él, David Llorente, y pensé que iba a darle una oportunidad, eso sí, muy predispuesta a soltar el libro y a decir que no me gustaba. Pero me ha gustado. Mucho, además.

El autor, David Llorente, es de Carabanchel pero vive en Praga. Ha ganado varios premios con sus novelas, la primera, Kira, publicada en 1998. Curiosamente en Te quiero porque me das de comer aparece un David que siempre mira las estelas que dejan los aviones en el cielo,  gana un certamen literario y se marcha a un país en el que nieva mucho. Que no es lo mismo, pero me ha recordado al propio autor.

La historia que nos cuenta no es una sola historia sino muchas contadas de manera simultánea. Aunque todo gira alrededor de un asesino en serie: un cirujano con mucha fama que se llama Max Luminaria, conocido como El asesino de la moneda, también se nos van desgranando poco a poco, con cuentagotas,  las vidas de muchos de los habitantes del barrio de Carabanchel en los años 90, donde vivir allí no parecía nada fácil. Todas las historias son duras y difíciles y en cierta manera nos enseñan lo que las personas son capaces de hacer cuando llegan a extremos límite. Se nos muestra la delicuencia en general, prostitución, droga, pederastia, amor, infidelidad, venganza, la extorsión, las palizas y todo lo malo que uno pueda pensar concentrado en un solo barrio. Se nos muestra todo lo que esconden personas que pueden parecer «normales» a simple vista (¿aunque qué es la normalidad?). Y todo esto,  de una forma directa, dura. David Llorente no se corta en absoluto y a veces hay que apartar la mirada de la página por lo crudo, por los detalles tan realistas, porque duele, no solo el leer que un asesino en serie le saque las tripas a alguien sino el hecho de que las cosas que cuenta David, por desgracia, pasan de verdad. Y a mí es lo que más me ha impresionado, y juro que a veces tenía que parar de leer y pensar en algo bueno para decirme a mí misma: vale, en el mundo  hay esto, pero también hay algo más.

Lo innovador de la novela es que todas estas  historias están contadas de una manera peculiar. En principio, aunque hay capítulos o algo parecido, dentro de cada uno no hay párrafos, todo va seguido. Hasta ahí podría ser normal si en cada capítulo se nos contase una historia, pero David va enlazando una con otra dentro del mismo capítulo, ta va soltando con cuentagotas toda la información y salta de una historia a otra sin previo aviso en principio, porque en realidad sí que lo hace de alguna manera (o eso he creído ver yo): cada vez que cambia de historia o tema utiliza un punto y  seguido (dentro de cada historia las pausas van o con coma o con dos puntos). La cosa es que a medida que vas leyendo vas pasando de la historia de Max Luminaria a la de otros vecinos del barrio de Carabanchel en apenas un par de líneas, lo que requiere que el lector participe de una forma activa en la lectura y lo curioso es que todas ellas se van enlazando de alguna manera, todo tiene que ver con todo. Además, no solo nos cuenta lo que les pasa a los vecinos del barrio sino que intercala sin avisar información de lo que sucedía en la época (los libros que se publicaban, las noticias más relevantes, las películas que salieron...), nos da recetas de cocina, listado de medicamentos, de enfermedades, de un sinfín de asuntos más y también nos da información sobre los asesinos en serie.



En la pensión La Cigüeña (al menos tres veces por semana) se encuentran Marcelo  Saravia y Greta  Santamaría: entran por separado, con una diferencia de quince minutos, se juntan en la habitación número 5 y hacen el amor: él está casado: ella nunca le pregunta si va a dejar a su mujer: ¿para qué?: los papeles de cada uno están bien claros. El Consejo de Ministros deniega el indulto al ex teniente coronel Antonio Tejero, aunque le concede la libertad al permitir su paso al tercer grado penitenciario en régimen abierto. 

El único «pero» que le pondría al estilo es que hay una cantidad tal de paréntesis que de alguna manera, para mí, ralentizan el ritmo, que es muy rápido de por sí. He leído en una entrevista al autor que él cree que los paréntesis lo dinamizan, pero yo tenía que hacer un inciso muy grande (igual es mi forma de leer) y bajaba el ritmo. Pero, vamos, tampoco es que sea algo negativo y que impida la lectura con fluidez.

En resumen y para acabar, un libro duro (muy) que llama a las cosas por su nombre, con una estructura y un estilo diferentes, un final que, en fin... mejor no digo nada,  y un montón de historias que atrapan (aunque a veces tengas que mirar a otro lado para no ponerte a llorar).

Título: Te quiero porque me das de comer
Autor: David Llorente
Editorial: Alrevés
ISBN: 9788475900535
Pgs: 171
Kindle.

7 comentarios:

  1. Me pasa también que me da pereza este libro, bueno, más bien debo decir que me daba pereza, porque las reseñas son tan positivas que finalmente decidí comprarlo (aunque no lo he leído). Siempre desconfío un poco de esos libros de los que salen múltiples reseñas a la vez y todas positivas, por eso me fijo más en quienes reconocen empezar a leerlo con desconfianza.

    Gracias y un saludo!

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  2. Tiene partes mejores y partes peores y quizá hay que darle un poco de margen para meterte de lleno. A mí, particularmente, me ha interesado mucho más todo lo que tenía que ver con las historias de la gente de Carabanchel que la del asesino en serie en sí, pero en conjunto me ha impresionado muy favorablemente y el estilo me ha parecido original y la verdad es que le ha quedado muy bien. Eso sí, es duro, muy duro.

    Saludos :)

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  3. Es un libro que ya tenía anotado por las buenas reseñas que he visto y veo que a ti, a pesar de tu desconfianza, también te ha gustado mucho. A ver cuándo puedo hacerme con él.
    Besotes!!!

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  4. Al contrario que todo el mundo, como parece, es la primera reseña que leo de esta novela. Los experimentos con la forma son, para mí, cosa un poco ya del pasado. De tus palabras entiendo que se trata de una novela muy visual, algo como un flujo de imágenes e información. ¿Una versión del flujo de conciencia? Curioso.

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  5. Tengo ganas de leerlo pero me da una pereza inmensa. Eso de que el estilo sea de corrido me echa para atrás. Necesito que las cosas estén muy bien escritas y que me falten puntos, comas u otras cuestiones de éstas me echa para atrás. Ya veré cuando me pongo con ella.

    Bs.

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  6. Tengo ganas de leerlo pero me da una pereza inmensa. Eso de que el estilo sea de corrido me echa para atrás. Necesito que las cosas estén muy bien escritas y que me falten puntos, comas u otras cuestiones de éstas me echa para atrás. Ya veré cuando me pongo con ella.

    Bs.

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  7. Ains pues yo tengo bastantes ganas de leer este libro, lo de los paréntesis me echa para atrás, pero si es rápido de leer y duro mejor, al menos salgo un poco de la dinámica que sigo últimamente, de libros con finales felices. Un beso

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